Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

La Sirenita


La sirenita (Den lille Havfrue) es un cuento de hadas del escritor danés Hans Christian Andersen, publicado por primera vez en 1837. Este cuento de hadas es muy conocido y, especialmente en Dinamarca, es una de las obras más queridas de Andersen; una estatua en el puerto de Copenhague está dedicada a la protagonista. El teatro, el cine, el ballet y todas las artes en general también han retomado varias veces la historia de Andersen, con innumerables montajes y reinterpretaciones.
Y mientras la gente se pierde en discusiones fútiles sobre la moderna sirenita de piel negra de Disney, se pierden de vista el profundo significado psicoanalítico y esotérico que esconde este cuento de hadas... pero a esto nos dedicamos nosotros ...



EL MITO DE LA SIRENA
El hombre está encantado con el mar, por su profundidad y el mito de la mujer que tiene dos naturalezas, la mujer espléndida que lo encanta, Diosa y humana, santa y prostituta, es más que un mito: todas las mujeres a nivel interior desarrollan dos espacios principales y trascendentales que sin embargo están VACÍOS, espejo y reflejo de su útero, órgano que también contiene un VACÍO: Vacío sexual y vacío espiritual. La mujer que intenta llenar estos vacíos muchas veces comete el error de exteriorizarlo (fuera del agua, como la Sirena, fuera de su espíritu o natura trascendental), entonces busca el placer sexual en el hombre y se siente devota de él, lo ve como un Dios, pero muchas veces no encuentra en él ni lo uno ni lo otro (ni placer ni espíritu).... de ahí su CANTO o llanto, pero es bien sabido que el canto de la sirena es un grito, como los lamentos de la mujer (los hombres sólo saben criticar el llanto de las mujeres y aguantarlas para gozar de su placer pero no solucionan nada, quedan atrapados y petrificados, ahogados siguiendo el canto descontento de las sirenas, como le pasó a Odiseo con las sirenas). La mujer en esto se debate entre dos mundos, como la sirena atrae a los hombres a su vientre, pero siempre fría, escurridiza, maliciosa, consciente o no, tarde o temprano golpea al hombre con su cola de pez: no tiene piernas, la mujer no camina al lado de un hombre sin profundidad, ella se revela insatisfecha: la vagina de la sirena está cubierta por escamas de pescado, tarde o temprano se cierra y niega al hombre el amor y la pasión. Solo un hombre espiritual puede liberarse de la mujer sirena y de su condena, porque le dirá que primero se encuentre a sí misma y la ayudará a convertir su cola en piernas para que pueda caminar SOLA.

LA SIRENITA (de Hans Christian Andersen) Sinopsis:
La Sirenita vive en el fondo del mar con su padre viudo, el Rey del Mar, su abuela y cinco hermanas mayores. A los quince años, según la tradición de las sirenas, se le permite nadar hasta la superficie para observar el mundo sobre el mar. La Sirenita tiene así la oportunidad de ver un barco comandado por un hermoso príncipe, de quien se enamora...
El barco se ve abrumado por una terrible tormenta, pero la Sirenita logra salvar al príncipe y llevarlo a un lugar seguro en una playa cerca de un templo; el príncipe ha perdido el conocimiento y no tiene forma de verla.
La Sirenita pasa los días siguientes suspirando y soñando con el príncipe, y deseando tener alma y vida eterna como los seres humanos; su destino como sirena, de hecho, es disolverse en la espuma del mar.
Al final decide acudir a la Bruja del Mar, quien le vende una poción que le permitirá tener piernas como las de los humanos, a cambio de su voz, por lo que se corta la lengua; además, caminar será como ser atravesado por cuchillos y nunca podrá volver a ser una sirena.
Pero si el príncipe se enamora de ella y se casa con ella, la Sirenita obtendrá un alma; si se casa con otra, al amanecer del día siguiente a la boda la Sirenita morirá de un corazón roto convirtiéndose en espuma de mar.
La Sirenita bebe la poción y se encuentra con el príncipe, quien se siente atraído por la belleza y la gracia de la niña. Desafortunadamente, la Sirenita no puede hablar y el afecto del príncipe por ella no se convierte en amor verdadero. Un día el príncipe viaja a un reino vecino en busca de esposa. Resulta que la hija del rey de ese reino es una niña que había encontrado al príncipe en la playa tras el naufragio. El príncipe la recuerda como la que lo había salvado, se enamora de ella y pronto se anuncia la boda.
La Sirenita está desesperada. Cuando llega su noche de bodas, sus hermanas le dan una daga mágica que le compraron a la Bruja del Mar a cambio de su cabello. Si la Sirenita mata al príncipe con esa daga y baña sus pies en su sangre antes del amanecer, podrá sobrevivir y volver a ser sirena. La Sirenita (por su amor por el príncipe) se niega a hacerlo y al salir el sol se tira al mar, disolviéndose en la espuma del mar.
Sin embargo, su bondad es recompensada; en lugar de morir, la Sirenita se convierte en una niña del aire, un ser invisible, con la promesa de obtener un alma y volar al Cielo después de 300 años de buenas obras. Pero por cada niño bueno que pueda encontrar, se ahorrará un año de espera; por cada niño travieso llorará en su lugar, y añadirá un día por cada lágrima.


EL VARÓN AHOGADO POR LA SOMBRA FEMENINA PSICOLOGICA
En muchos cuentos de hadas es recurrente la figura del padre viudo, del huérfano, del rey sin reina (il Padre de Pinocho es viudo, el Padre de Blanca nieves un viudo que se volvía a casar, el Padre de Cenicienta lo mismo, etc...). El Rey de los mares, el padre de la Sirenita, "vivía con cinco hijas y su madre, la abuelita de las niñas". Es un hombre rodeado de mujeres pero ninguna lo llena del amor de mujer, ninguna lo completa psicológicamente. En psicologia il Yin o femenino es la parte trascendental (vale sea para hombre que para mujeres) sin el amor no tenemos vida espiritual, somos viudos. Por tal razòn muchas veces crecemos en una sociedad asentada sobre lo masculino: la ley, el poder, el respeto, el arribismo, la guerra, un hombre que cuida a las mujeres pero no es un Rey satisfecho, aquí está la sociedad privada de lo femenino, de la guía materna de trascendencia y de valores espirituales, de creatividad divina. El resultado de tal sociedad es la superficialidad, razón por la cual la Sirenita está impulsada por el deseo de ir a la superficie. Una sociedad formada por hombres mamónes, los empuja al poder con la violencia o al aislamiento del gueto: bares, curvas de estadios, grupos de matones y serán estos hombres los que darán caza a las pobres sirenitas.

CUANDO EL INCONSCIENTE PROFUNDO SALE A LA SUPERFICIE, 
EL MUNDO EFÍMERO NOS AHOGA
A los quince años, según la tradición de las sirenas, se le permite nadar hasta la superficie para mirar el mundo sobre el mar... el comienzo de la madurez es cuando uno comienza a hundirse en la superficialidad del mundo, del mar abierto, de la tierra de hierro, por lo tanto de las experiencias de la vida, siempre hay que correr o nadar este riesgo; la carencia materna (símbolo de la trascendencia) empuja a las personas a una vida espiritual profunda, en busca de otros mundos. Ella es diferente a sus hermanas, no le basta pasar tiempo en la alegría del castillo de su padre (como los que viven sólo de la materialidad, ese castillo de cosas, objetos, placeres efímeros y alegría a la final aburren), la Sirenita es esa dimensión profunda de nuestra psique que quiere descubrir otra dimensión. Cuando el inconsciente profundo sale a la luz, el mundo efímero con sus cosas te ahoga, te aburre, ya no te interesa.

LAS AMBIGUAS RAÍCES SOBRENATURALES DEL SEXO FEMENINO
La Sirenita es por su naturaleza un emblema de contraste, de conflicto insoluble, siendo a la vez mujer y pez, ni mujer completa ni pez completo, porque la mujer tiene en su sexualidad tanto la pasión animal de un pez como su espiritualidad divina como creador materno, el hecho de que la parte del pez sea la que cubre sus atributos más creativos y sexuales significa la naturaleza profunda a la vez que espiritual por la que el hombre debe llegar como verdadero navegante espiritual al corazón de la mujer, no a la vagina, si esto sucede ella se convierte en una sirenita y lo conduce a las profundidades del mar (amor), si no sucede la mujer termina por ahogar al hombre en la pasión o el desprecio. El hombre espiritual descubre siempre la sirena que se esconde en toda mujer, el hombre simple o banal o vulgarmente marinero (sinónimo de mujeriego) descubre en la mujer sólo el placer: pescarla, tenerla, comérsela, la única profundidad de la mujer inconsciente (que no tienen la profundidad del mar), es la profundidad de la pasión efímera y nada más. Muchas veces la desnudez de la mujer es a la vez cebo y presa en sí misma y si no sabe subir a la superficie con profundidad espiritual, sino sólo con superficialidad física, es decir sexo y desnudez, acaba como pez fuera del agua: muerto. La belleza de una mujer es un arma, si no sabe usarla, esta arma la matará solo a ella misma.

LO RAZONABLE DEL AMOR LOCO
La Sirenita nos muestra cómo el amor es locura y pura villanía: como eterno debe buscarse en otra dimensión, fuera del agua, el amor nos muestra que en el fondo (en el mar de la conciencia humana) también pertenecemos a otra naturaleza, por eso nos impulsa a cambiar: los enamorados cambian, son mejores, hacen de todo por complacer al otro, brillan... vienen como la Sirenita a la superficie, se ve lo mejor de ellos mismos: la parte HUMANA ( es esa parte del cuerpo que emerge del agua de la Sirenita). ¿Pero no es eso un engaño? ¿no es que la persona se porta mejor y luego vuelve a ser un pez extraño cuando pasa el enamoramiento? ¿O tal vez el amor nos muestra lo que realmente somos en el fondo y debemos tratar de alcanzarlo?... Este misterio de la doble naturaleza del amor, del cuerpo y el alma, de la materia y el espíritu, es un dualismo que en La Sirenita es posible vivirla, porque ella no jadea fuera del agua y no se ahoga dentro, es de los que saben vivir la dualidad y los opuestos en armonía, pero buscan el amor a un alto precio.

EL AMOR NACE SÓLO DESPUÉS DEL NAUFRAGIO
La Sirenita tuvo la oportunidad de ver en la superficie un barco comandado por un hermoso príncipe, del cual se enamora... Todos nosotros en la superficie nos enamoramos a primera vista, es decir, en la superficie de las pasiones, el contacto físico, la belleza material, enamorarse fácilmente, incluso de lejos, es decir sin entrar en un contrato íntimo con el personaje, con los problemas, traumas y frustraciones de una persona, sin embargo, esto TODAVÍA no es amor sino olas de pasiones, es el barco de esta pasión inicial (el enamoramiento) debe tarde o temprano ser arrollado por una terrible tormenta, porque así es la naturaleza del MAR (las profundidades siempre son movidas por las mareas espirituales)... es ahí donde nace el verdadero amor, después de las pruebas, después de la aceptación de ahogarse... el amor es lo unico que queda después de la catastrofe. 
SIN ESPIRITUALIDAD EL AMOR ESTÁ CONDENADO A MORIR DE RAZÓN NATURAL
La Sirenita logra salvar al príncipe y llevarlo a un lugar seguro en una playa cerca de un templo; el príncipe ha perdido la conciencia y no tiene forma de verla a ella... He aquí los símbolos arquetípicos: la playa tiene un Templo, sin espiritualidad, sin la trascendencia del amor a nivel de interiorización y conocimiento profundo de uno mismo y del otro, el amor se ahoga o encalla en la arena del sexo, en la playa de la pasión, en las rocas del conflicto. Cuando pasa el enamoramiento, cuando se produce el naufragio de la novedad y la disponibilidad, la razón no comprende lo que ha sucedido, de hecho: el príncipe pierde el conocimiento (el efímero de la pasión) no puede ver a la Sirenita, la pasión no tiene la fuerza de la atracción inicial (el otro ya no te besa como antes, no te abraza, realmente parece que ya no te nota). Es aquí donde muchos como La Sirenita comprendemos que todo tiene un final, la muerte está ahí en sus brazos pero ella no puede creer que el amor también pueda morir, comprende la dualidad entre su príncipe marino y terrestre. Este es el naufragio existencial de nuestra naturaleza humana y divina. Como nuestra alma, busca solución a la vida y a la muerte (en lo sobrenatural.... en la abuela, la bruja, el hada, como nosotros en la religión, los sacerdotes, la ciencia)..." La Sirenita pasa los días que siguen suspirando y soñando con el príncipe, y deseando tener un alma y una vida eterna como los seres humanos; pues su destino como sirena es disolverse en la espuma del mar".

CUANDO NOS CANCELAMOS POR AMOR NOS TRAICIONAMOS
Al final La Sirenita decide acudir a la Bruja del Mar (la ilusión), quien le vende una poción (sensualidad y erotismo) que le permitirá tener piernas como las de los humanos (aquí está la persona que sigue los pasos de otra, no tiene vida propia, no sigue su camino ni su personalidad), a cambio de su voz, entonces ella se corta la lengua (aquí vemos la falta de diálogo, de la palabra, de la comprensión, de la razòn que toma vida en la palabra); además, caminar será como ser atravesado por cuchillos y nunca más podrá convertirse en sirena... Son relaciones en las que vendes tu alma para tener el amor del otro, pero una persona que no te ama, no puede darte el alma por lo que tarde o temprano todo se reduce al cuerpo y la Sirenita sólo puede fingir pasión (como sucede en todas las relaciones gastadas por la falta de espiritualidad, por la falta del misterio de la Sirenita). Este cuento de hadas demuestra cómo no puede haber amor sin alma, y ​​cuando uno olvida o vende su alma por amor, estamos realmente hechizados. Solo hay que sufrir a cada paso, esas piernas humanas son falsas por muy placenteras que sean las pasiones de esos pasos amorosos... muchas veces creemos que basta amar para ser amados, pero es falso, y he aquí la frase: "si el príncipe se enamora de ella y se casa con ella, la Sirenita tendrá un alma; si se casa con otro, al amanecer del día siguiente a la boda la Sirenita morirá de un corazón roto convirtiéndose en espuma de mar ( un símbolo de desilusión y frustración)".

EL AMOR NO DURA MUCHO SI SE BASA ÚNICAMENTE EN LA BELLEZA FÍSICA O ACCIONES MATERIALES
El cuento continúa: "La Sirenita bebe la poción y se encuentra con el príncipe, quien se siente atraído por la belleza y la gracia de la niña. Desafortunadamente, la Sirenita no puede hablar y el afecto del príncipe por ella no se convierte en amor verdadero". Aquí está el síndrome de la Sirenita, muy común en muchas personas que intercambian sano sacrificio (Regalo) en el amor con masoquismo apoyado en sentimientos de culpa: "no soy a la altura de la grandeza del otro entonces tengo que sacrificarme" "el otro es tan bello que haré cualquier cosa por tenerlo" "aunque sea de otra religión, yo me convierto a su religión con tal que me acepte", etc.... son relaciones desesperadas e inciertas, enredado en un ni mujer ni pescado, ni con él ni sin él. Si la Sirenita se queda en el mar, está condenada a la soledad, sola con los hombres que acuden a ella muertos por las tempesta del mar, o puede renunciar a la voz y a la cola, y vivir en tierra y dedicarse al afán de saber, pero al servicio de los demás, sin poder jamás expresar plenamente lo que piensa y siente. Se centra en el físico, en la belleza, quizás hasta en ser buena, en correr con las piernas, arriba y abajo en las tareas del hogar o en el trabajo, pero no se la comprende y mucho menos se la aprecia.

LA REDENCIÓN DE LA DECEPCIÓN ES LA VERDAD
Un día el príncipe viaja a un reino vecino en busca de esposa (aquí está la decepción, perdemos un amor, perdemos un trabajo, perdemos el interés por algo que creíamos imprescindible). La Sirenita está desesperada (pero ¿por qué desesperarse? La decepción es mejor que la ilusión, porque la ilusión no sabes lo que esconde, mientras que la decepción siempre revela la verdad). Cuando llega la noche de bodas, sus hermanas le entregan un puñal mágico que le compraron a la Bruja del Mar a cambio de sus cabellos (actitud típica de mujeres desesperadas: corte de pelo, símbolo de negación de la feminidad, de razonabilidad). Sin embargo, al final hay una redención: es cierto que la sirenita no matar al príncipe, pero sus sufrimientos le dan la posibilidad de tener un alma inmortal tras su muerte, lo que les es negado a las demás sirenas. En definitiva, la suya es una victoria espiritual si vence la tentación de las hermanas, imagen típica de no seguir al rebaño, no seguir la masa. 

ACEPTAR LA DERROTA ES SEÑAL DE VICTORIA
Si la Sirenita, con ese puñal (símbolo de la venganza, es el puñal del odio), mata al príncipe y moja sus pies con su sangre antes del amanecer, podrá sobrevivir y volver a ser sirena... ese es el engaño: volver a ser Sirenita significa volver a ser niño, volver a enamorarse con la misma superficialidad, por lo tanto no progresar, no haber aprendido nada de los errores... ANTES DEL AMANECER: este arquetipo significa hacer algo antes de la verdad que es la luz, antes de comprenderla, por eso muchas veces sale el sol y revela la verdad de las tonterías cometidas. La Sirenita adquiere un alma de una manera completamente diferente: no casándose con el príncipe sino casándose consigo misma, no adquiere el amor del príncipe sino que aprende a amarse a sí misma, de hecho, el final sorpresa es realmente inusual (incluso en los casos más comunes y analíticos que he escuchado)

NO SE MUERE DE AMOR, SE MUERE POR NO SABER AMAR
¿Por qué matar al príncipe? nadie está obligado a amarnos, la Sirenita mata su falsa ilusión de amor, renuncia a un amor ilusorio. Para muchos esto es morir y sufrir (esta fue la sentencia de la bruja: si ella se niega a matarlo, al amanecer se tira al mar, disolviéndose en la espuma del mar). En cambio, sucedió todo lo contrario: La sirenita deja caer el cuchillo en el mar y se lanza a las olas, la sirenita no sintió la muerte, vio el hermoso sol y cientos de hermosas criaturas transparentes volaron sobre ella: eran ángeles, como ella, habiéndose vuelto espirituales, por lo tanto no está muriendo sino amándose y valorándose, evolucionando... Después de todo, ¿no es la etimología de la palabra "amor" a-mors, o "ausencia de muerte"? Sí, el amor vence definitivamente a la muerte y por eso todo ser que se encuentra verdaderamente con el amor puede convertirse en inmortal: descubre que la muerte es solo una trasformación. El amor auténtico capaz de vencer a la muerte, no es muy fácil de encontrar. Suele suceder que, al buscarlo, nos encontramos con sus sustitutos, confundiéndolos con el original. Y entonces la codicia y el deseo nos engañan y sin embargo, como sirena se vuelve humana y luego hija del aire, es decir, sabia, espiritual, ha evolucionado, ha crecido, ha completado el ciclo de la vida (del agua pasa a la tierra y de la tierra al aire). En realidad, La Sirenita no está muerta, ha evolucionado: el amor se trasforma de carnal a espiritual. 

EL ALMA CONSCIENTE SE REGENERA, SE RECREA POR SI MISMA
La sirenita en lugar de morir, se convierte en una niña del aire, un ser invisible y embargo, su bondad es recompensada. Recordemos que  el título provisional del cuento era "Hadas, Las hijas del aire". Para su creación, Andersen se inspiró en Undine de Friedrich de la Motte Fouqué, otro cuento en el que una ninfa del agua gana un alma a través del matrimonio con un hombre, pero Andersen encontró que su final estaba mal en la conquista de un alma inmortal que dependiera del amor de un hombre como en el cuento de de la Motte Fouqué. Andersen, por lo tanto, optó por darle a su sirena un camino divino y, en su opinión, más natural: el alma la conquisti dandoti valor a ti mismo.
Lo que para muchos es un final trágico del cuento de hadas, visto a contraluz desde un punto de vista psicológico, es el renacimiento del alma que ha aprendido a amar a través de una metamorfosis: Su felicidad no debe depender del príncipe, sino de su propia conciencia y capacidad de amarse a sí misma y saber regenerarse independientemente de las pruebas negativas. Aun màs: sin necesidad de odiar o matar el principe. El amor de Sirenita queda puro e intacto a pesar de la desilusión. Estas acciones son las que le dieron alma a La Sirenita, haciendo crecer en ella el niño interior con el que llegaría a su paraíso: la verdad y la conciencia en el amor.

¿Y si el hombre fuera el sirenito? ¿Por qué el lado masculino psíquico no renuncia a su naturaleza? en los cuentos de hadas tradicionales siempre es el femenino (la mujer) quien comienza en desventaja, para sufrir secuestros, traiciones, tener que esperar el rescate y la salvación, casarse a la fuerza y sin quererlo. ¿Porque? Las personas menos maduras atrapadas en el estándar social genérico, el sirenito lo verían solo como un problema exclusivamente sexual (por lo tanto, cosas de homosexuales) precisamente porque estas personas que se creen tanto normales, son los que tienen un trauma sexual natural en primer lugar y juzgando se declaran, no juzgan por lo que ven sino por lo que son. 
Porque lo masculino es el arquetipo de la razón y nosotros, por instinto salvaje, creemos que siempre tenemos la razón (terquedad que es difícil de cambiar, por eso no puede ser un sirenito, y muchos dicen: tiene que ser la mujer la que lave los platos y no se discute), mientras que lo femenino es la elasticidad espiritual del cambio. Un hombre con un Yin psicologico evolucionado no aceptará que solo la mujer use métodos anticonceptivos, él también querrá usarlos y estará dispuesto a someterse a una vasectomía si es necesario, estará dispuesto a ayudarla en las tareas del hogar o cuidar a los niños. Por el contrario, incluso una mujer sin ese Yin femenino psíquico despreciará a la familia, en el nombre de los derechos de la mujer libre, se comportará como un varón sin darse cuenta de que se ha convertido en una machista y despreciará a todas las sirenas creyéndose una mujer emancipada. No es una cuestión sexual es una impostación psíquica. Es lo mismo del porque el verbo de Dios se encarna y nace Hombre Jesùs, no Mujer Jesusa, porque es un arquetipo psicologico. 

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