Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Coraline

"-Por favor, ¿cómo te llamas? Mira, yo soy Coraline, ¿vale?
-Los gatos no tienen nombre.
-¿No?
-No. Oye bien, ustedes los humanos tienen nombres porque no saben quiénes son. Nosotros los gatos sabemos quiénes somos, por eso no tenemos nombre."

EL MAYOR TERROR QUE PUEDE TENER UN NIÑO ES TENER MIEDO DE SUS PADRES 
(Jean Paul Sartre)
La película (2009) de animación está inspirada en la novela Coraline de Neil Gaiman (2002) y cuenta las aventuras y vicisitudes de una niña de once años que se ha mudado con sus padres a una nueva casa, Pink Palace, en Oregón. Aquí Coraline no tiene amigos, se siente sola y enfadada con sus padres distraídos, ocupados consigo mismos y con sus carreras... y aquí comienza la pesadilla de la infancia de Coraline que personifica el terror de los niños de hoy que viven en hogares poblados por lo fantasmas de los padres que no son nunca presentes. 

DONDE VAYAS, SIEMPRE HABRÁ NOSTALGIA POR EL HOGAR DONDE VIVISTE EN TU INFANCIA
Coraline es una niña que acaba de mudarse con sus padres (escritores de libros de botánica), a una gran casa aislada, antigua de unos 150 años, perdida en las colinas, pero los padres están muy ocupados con la mudanza y con su trabajo y por eso no asisten casi nunca la niña. Ahora decodifiquemos los símbolos: Coraline es cada uno de nosotros, esa parte de nuestra alma que todavía sueña con la infancia, un lugar remoto y aislado, tan antiguo como esa casa, o más bien un palacio rosa, una época en la que las ideas, las creencias, los miedos y emociones fueron sembrados y germinados en nosotros con inocencia. ¿Los padres? dos estudiosos de la botánica, por tanto de la naturaleza, de la vida misma pero ¿cuál botanica? Nos gustaría, como a Coraline, esperar que sean esos padres que nos revelen el sentido de nuestra existencia o naturaleza, en cambio, ay... (tema que desarrollaremos en los siguientes posts). Sin embargo, la casa no pertenece a los padres de Coraline, de hecho, nuestra alma, nuestras decisiones, nuestras emociones, no les pertenecen a nuestros padres, la casa es propiedad de la abuela de Wybie (sabiduría antigua simbolo de los abuelos); Wybie es un niño extraño (aquí está el amor infantil, nuestro niño interior) que vive en una casa un poco alejada de Coraline (amor extraño pero cercano) que siempre anda con un gato negro (que es el instinto animal que luego debes poseer y ser poseído por 'Amor'). Los símbolos están todos completos, basta decodificarlos y descubriremos un camino iniciático perfecto.... veámoslo: 

LA BRUJERÍA DE LOS PADRE REALIZADA PARA EL USO Y CONSUMO 
DEL TERROR EMOCIONAL INFANTIL.
Es un hecho bien conocido hoy: la familia del consumo capitalista està consumida por la falta de tiempo para la propia familia. Tiempo que ahora está hipotecado por el deber de TRABAJAR para construir el bienestar de una misma familia que no tiene fundamentos materiales sino sentimentales, psicológicos y espirituales (todo lo que el dinero nunca podrá comprar). Coraline necesita tener la presencia de sus padres a su lado, mientras estos piensan que deben ofrecerle bienestar material. Los niños se convierten en simples cachorros reproductores que hay que criar y basta, como cualquier animal, mientras que los valores intrínsecos de la familia ya no existen (diálogo, confianza, discusión constructiva, educación, intercambio de experiencias, etc...). Cuando le llevas comida a un niño y no le haces que le haga falta calor y abrigo, recuerda que eso mismo se hace también hasta con los perros y gatos. Coraline es un alma y necesita de algo más ... 

MIS PADRES TRABAJAN PARA MÍ, PARA HACERME SENTIR MAL
No tengo padres, porque tienen trabajo, es decir, no tienen trabajo, es el trabajo que los tiene a ellos y los posee, los ha convertido en asistentes, diplomáticos, suplentes. En esta situación Coraline se dirige a sus padres pero ellos parecen distraídos, ocupados con su trabajo. La madre trabaja en la computadora, la hija le cuenta sus aventuras de una manera imaginativamente melodramática y la mujer comenta: "Bien", "Genial", demostrando así de no escuchar. El padre, tras un afectuoso saludo, la despide apresuradamente, encargándole una tarea completamente inútil y tonta: contar todas las puertas y ventanas y todas las cosas azules. Los hijos que serían la causa de nuestro compromiso se convierten en el obstáculo para nuestra realización personal, porque además de ser padres descubrimos que también queremos espacio para nosotros, para nuestras aficiones, nuestros sueños, mientras los hijos caen sobre ti como el infinito que todo lo absorbe, pequeñas divinidades a las que uno se dedica 24 horas al día. Los padres de Coraline somos todos nosotros: padres afectuosos pero también falibles, distraídos a veces, preocupados por otras cosas, adultos atrapados en problemas de adultos, esclavos de un sistema social que no te deja tiempo para vivir, solo para producir y hacer vivir al mismo sistema. Coraline descubrirá que estos padres son víctimas de un hechizo: su infancia perdida y por eso ella, de niña, irá en busca de lo que ella también está a punto de perder.

LA CAÍDA DE LOS DIOSES ES EL PRINCIPIO DE NUESTRA PLENITUD HUMANA
“Coraline se preguntaba por qué conocía tan pocos adultos que pudieran decir cosas que tuvieran sentido. A veces se preguntaba con quién pensaban que estaban hablando". Coraline está enojada, decepcionada, necesita más, quiere más. Llega el momento en el que un niño se da cuenta que no es el centro de la familia, los padres se ocupan de otras cosas (también sucederá en la pareja cuando el cónyuge, después de estar inicialmente perdido en el otro, comienza a interesarse por otras cosas). En el umbral de la pubertad, la inversión narcisista llena de idealización hacia las figuras paternas decae (los dioses mueren). El héroe padre y la reina madre de la casa ya no existen, Coraline vislumbra sus límites e incluso defectos, por lo que sabe que tiene que hacerse su propio camino. Es el período de DESCUBRIMIENTO, de desobediencia, de hacer las cosas en secreto, de la aventura que llevará a Coraline a explorar su nuevo hogar: aquí está la reevaluación de las reglas, aquí es el momento de descubrir el propio cuerpo con la masturbación por ejemplo, aquí el momento de encontrar amigos, abrirse al mundo, en el film son dos excéntricas actrices de teatro ancianas ahora jubiladas llamadas Sra. April Spink y Sra. Miriam Forcible que se hospedan en un departamento ubicado en el sótano de la casa (sìmbolo de la vida underground o clandestina), y también un extravagante y artista excéntrico llamado Bobinski que afirma ser dueño de un circo de ratones bailarines que vive en el ático del edificio (es el símbolo del espectáculo del mundo y de la calle). Además, Coraline también conoce a Wybie (Simbolo del niño interior).   

TODO LO QUE LOS PADRES HACEN TABÚ, 
LOS ADOLESCENTES LO TRANSFORMAN EN MITO
Después de la caída de los Dioses, es decir, cuando el niño descubre que los padres no son todo su mundo y que los padres a su vez tienen un mundo propio donde el niño no está en el centro de su universo, disminuye la idealización INFANTIL por el padre y por la madre, las reglas dadas por los padres, así como sus elecciones, son cuestionadas, criticables, se buscan nuevos maestros y nuevos objetos de identificación, otros puntos de referencia, por eso los jóvenes crean tantos ídolos: se aferran a las primeras figuras de grandeza que les ofrece la sociedad (cantantes, futbolista, actores, etc...). Pero en particular buscamos lo prohibido, el camino opuesto al de los padres, precisamente no solo para ir en contra de ellos sino lo más lejos posible de ellos. Son los padres quienes nos dan la llave o clave de salida: la prohibición. Cuando le prohíbes a un chico hacer algo sin darle un motivo, su inconsciente entiende lo contrario: haz lo que te han prohibido. De hecho, Coraline siente la necesidad de hacer lo contrario de lo que dicen sus padres.

LA PUERTA INSIGNIFICANTE DEL ALMA
En un día lluvioso (símbolo de la nada que hacer del adolescente) en el que está particularmente aburrida, Coraline descubre, entre las puertas de la casa, una puerta mucho más pequeña que la otras. La madre, tras numerosas insistencias, accede a abrirla, siempre que su hija ya no la moleste y se aparte. Tengamos en cuenta este pasaje: los padres no se distraen ni bajan la guardia, sino que se hacen los de la vista gorda porque en cierto momento se aburren de sus hijos y saben que es hora de que se hagan daño con la experiencia. Lo que se adquiere en libertad de juicio y en individuación, sin embargo, se paga en sentido de soledad. Coraline no puede soportar esta situación emocional y huye hacia la regresión: identifica una pequeña puerta, la abre y entra en un túnel: es el túnel de la psique, del alma, del inconsciente, en una palabra, de los sueños. Es la puertecita del corazón segreta que todos tenemos en algún lugar escondido e insignificante de nuestra demora.  
Efectivamente el título original del libro es "Coraline y la puerta mágica", esa puerta mágica es un símbolo de nuestra dimensión interior, obviamente, conduce más allá de la casa, es decir, del cuerpo, a un túnel abisal, como lo es el alma, es el lugar más remoto de nuestra psique, el inconsciente, donde todo se encuentra, todo tiene sentido, todo se resuelve. La noche significa el momento de introspección, meditación, reflexión onírica. Es saludable para cada uno de nosotros buscar esta puerta escondida y dejarse ir.

LA TRANSICIÓN DE LA CRUELDAD DE LA REALIDAD A LA REALIDAD DE LOS SUEÑOS ES SÓLO A TRAVÉS DE UNA PESADILLA
¿Y qué mejor contexto que el onírico, del sueño, para expresar los propios deseos? La juventud está hecha de sueños, la mayoría de las veces IRREALES, sueñan con trabajo, riqueza, atenciones, viajes a lugares fascinantes, etc. Durante la noche, mientras duerme, es despertada por un ratoncito (es nuestro Daimon o demonio interno, necesario para el crecimiento, todos los animales buenos son arquetipos de nuestra dimension salvaje interior) que la conducirá hasta esa puerta que, una vez abierta, revela, en lugar de la pared, una largo túnel (símbolo del paso a otra dimensión o etapa de crecimiento), donde la niña curiosa entra y se encuentra catapultada en un mundo que refleja el real, poblado por los mismos personajes que su vida real, una especie de doble, pero mágico e imaginativo. La otra madre le cocina excelente comida a diferencia de su verdadera madre que no cocina o sólo prepara mala comida: es significativa la frase que Coraline pronuncia frente a la cena preparada por su verdadero padre: "están tratando de envenenarme" . Coraline siente que la alimentación de sus padres reales no es buena, puede envenenar y matar. Todos tenemos esta duplicación fantástica e imaginativa en nuestras cabezas: encontrar la infancia perfecta y los padres perfectos en otro lugar... en busca del Edén perdido.

LA SOMBRA DE LOS PADRES QUE NOS ECLIPSAN
Coraline expresa la condición típica de una preadolescente, amor y odio hacia los padres, admiración y desprecio, dividida entre la reevaluación de los modelos y las reglas peculiares de la infancia y los logros alcanzados por uno mismo, entre el pasado y el futuro, entre la infancia y la edad adulta, entre dependencia y autonomía, y se enfrenta a la crisis existencial típica de los jóvenes: es responsable del doloroso proceso de desmitificación o no idealización de las figuras de los, proceso que permite alejarse del ideal infantil que los padres son dioses y acercarse a una visión más real de ellos, sintiendo la convivencia de fortalezas y debilidades. Para Coraline es un momento lleno de paradojas, incertidumbres y contradicciones, la necesidad de afirmación está asociada al miedo a afrontar el mundo exterior, la nostalgia de la infancia junto al deseo de seguir adelante. Para crecer, construir su identidad y encontrarse a sí misma, Coraline deberá abandonar los lugares de la infancia y adentrarse en el mundo más amplio, el de sus compañeros, donde no tiene otro lenguaje y comportamiento que el que le da el suyo propio, por ello buscará en otros las virtudes que no tienen sus padres, pero impondrá a otros los mismos defectos que copiará de sus padres. Sólo cuando comprenda sus errores podrá comprender y en consecuencia perdonar las limitaciones de sus padres o, como veremos, quedará atrapada en la fantasía de tener un mundo mimado, hecho sólo para sus caprichos.

CORALINE COMO ANTI-CUENTO DE HADAS
Los cuentos de hadas siempre han sido ejemplos claros y precisos de dilemas existenciales, pero en Coraline hay unas líneas diferentes de los esquemas: la protagonista no es hermosa, no es rubia sino que tiene el cabello azul, no es huérfana, no es ingenua pero sí ingeniosa, decidida y valiente. El niño con el que se relaciona no es el apuesto Príncipe Azul, sino un charlatán torpe y ruidoso también llamado Wyborn ( que significa en ingles ¿por qué naciste?... simbolo del porque nace el amor, la amistad y la confianza). El antagonista no es un lobo, ni siquiera un ogro, ni siquiera una madrastra, sino que es su propia imaginación, sus sueños, sus deseos con los que se debe confrontar lo irreal y conformarse con lo real.

LA PESADILLA DE NUESTRAS ILUSIONES
Coraline encuentra un mundo perfecto, más allá del túnel de sus ensoñaciones, por fin una familia que la cuida, una madre que cocina platos exquisitos, un padre que la abraza, un niño que hace lo que ella quiere, siempre se queda callado (finalmente la esposa que no te molesta, el marido que no te interroga)... La casa es hermosa y ordenada. Los vecinos, que en el mundo real son ancianos un poco raros, constantemente se equivocan con el nombre de Coraline (es una ofensa narcisista, porque el ego sufre cuando no lo llamas por su nombre, no lo consideras, no te acuerdas de èl), en la otra realidad se convierten en acróbatas espectaculares que actúan solo para ella. Un mundo de caprichos y diversión hecho solo para ti. Pero junto a esta magnificación omnipotente que concede cada deseo inmediatamente, hay un precio que pagar: lo tienes todo pero tienes que vender tu alma.

LA UNIFORMIDAD ES LA MUERTE DE LA LIBERTAD
La igualdad humana es un valor por el que luchar, pero no la confundan con la uniformidad, donde todos deben vestir igual, pensar igual, sentir igual, así es la práctica de las religiones, de las políticas de gobierno, de las dictaduras, del ejercito. La locura colectiva social y capitalista de hoy tiende, en nombre de la libertad humana, a privarnos de personalidad, convirtiendo a la multitud en un rebaño de ovejas que, de todos modos, hay que esquilar. El mundo perfecto que Coraline crea detrás de los muros de su mente tiene un precio, la única petición es coser dos botones en lugar de ojos para adaptarse al resto de la familia o de la sociedad: en otras palabras, sería excluirla de la posibilidad de ver y también de sentir porque si es cierto que la mirada es el espejo del alma, Coraline vendería su alma dejándose coser los ojos. Desgraciadamente, hoy por las calles de nuestras ciudades la gente camina con los mismos botones en los ojos (dicen las mismas tonterías de siempre, usan las mismas marcas, visitan los mismos lugares, beben la misma cerveza popular, etc.... todos títeres de la gran y falsa Patria, Iglesia, partido político, ideología actual), todos tienen los mismo botones en el cerebro, están cocidos por una ideologia que los ha vuelto ciegos. 
EL INSTINTO ANIMAL EN NOSOTROS, LA HUELLA MÁS ALTA DE LA NATURALEZA DIVINA
En todos los cuentos de hadas siempre aparece un alma que, a pesar de su grandeza humana, es instintivamente superior al ser humano en términos de sensibilidad (el olfato del perro, el ojo del águila, la lealtad del perro, el instinto del gato, etc.). El perro de Doroti en El mago de Oz, el conejo de Alicia en el país de las maravillas, el grillo parlante de Pinocho... todos arquetipos de la intuición animal. Incluso en Coraline un animal viene al rescate: el gato de Wyborn, es uno de los personajes fundamentales de la historia, una especie de figura sobrenatural capaz de ir y venir de un mundo al otro mundo, sin sustituir sus ojos por botones, es decir, sin ser sujeto a las normas que allí se aplican. La Otra Madre lo odia, llamándolo parásito, pero el gato que puede hablar (es la voz primordial de la psique), lleva a Coraline a pensar que la mujer es sólo un ser muy astuto que le hace crecer que quiere cuidar a la pequeña cuando en realidad la quiere manipular. Sì nuestro Super Yo (o Ego enfermo) con la excusa del buen comportamiento no hace màs que taparnos los ojos y volvernos ciegos. 

LA OTRA MADRE, EL ALTER EGO
Cada vez que Coraline emprende un viaje dentro del túnel, es como una introspección psíquica, cada vez que descubre su regresión infantil, a su vez descubre los defectos de la Madre, símbolo del Poder, de la Vida en pleno condicionamiento. Esta Madre es el arquetipo de muchos Poderes que nos gobiernan, desde el más evidente como la Patria (que no es otra cosa que las riquezas de unos pocos a los que servimos para hacerlos más ricos), hasta la Iglesia Madre o la Fe religiosa (que nos prohíbe de cualquier forma de libre pensamiento bajo el poder del misterio envuelto en dogmas), la madre natural, el poder iniciático oral: ella habla y tú obedeces para complacerla como un buen niño que tienes que ser; la madre mortal que lo abarca todo haciendo imposible cualquier diferenciación. A la Madre bruja, que en la película se revela como una araña, que nos atrapa con la red de ideas, filosofías y pensamientos que conducen sólo a ella misma, es el egoísmo psíquico el que nos devora pero nos satisface con el elogio de la pseudo complacencia: es un monstruo emocional, una bruja que vive incorporando a sí misma la vida de los demás, una especie de Cronos femenino que vive de la vida de sus hijos incorporándolos a ella misma, esta es su única forma de amar: hacerse amar de todas maneras. El problema es que esta madre tiene las llames de la libertad, la que abre los botones de los ojos que nos tienen ciegos. Hay que cortar el cordón umbilical psíquico para liberarnos de esta madre.

ATRAPADOS EN LA FALSA IMAGEN DE LIBERTAD
La bruja impide la fuga atrapando a los niños dentro de un espejo mágico, una figura simbólica fascinante, ¿por qué? ¿Te sientes libre? porque la sociedad os ha atrapado en una imagen de libertad, un falso espejo de los valores humanos que en realidad son falsos, fingidos, ilusorios. Tu eres libre solo d epensar que eres libre. Pareces verte rica, famosa, bella... pero todas son imágenes falsas que la sociedad ha colocado en tu psique, estás encerrada en su espejo. Lo mismo ocurre no sólo en el ámbito social, sino también en el personal: atrapamos a los demás en nuestros caprichos, en nuestras exigencias, nos vemos en ellos y les pedimos lo que no podemos hacer nosotros mismos: la esposa lo hace con su marido y viceversa, los padres con sus hijos, los patrones con los trabajadores, los políticos piden sacrificios a los ciudadanos mientras ellos no hacen ningún sacrificio... he aquí la inocencia atrapada en el espejo. A nivel psíquico ocurre lo mismo: creemos que nuestro Dios es el verdadero, nuestra moral es la correcta, nuestras creencias son las sabias y así sucesivamente... Todos espejos para los niños carentes de conciencia e individualidad.

PARA ESCAPAR DE LA MADRE COLECTIVA PRIMERO DEBES TENER UNA INDIVIDUALIDAD PERSONAL
Es muy difícil escapar del mundo de las apariencias, de los rumores, del qué dirán, de las normas sociales, de las tradiciones culturales, de la educación que nos dieron en la infancia... todos estamos, más o menos, atrapados en esta red del Araña-Bruja-Madre que vemos en la película de Coraline. Para escapar tanto del condicionamiento social como de la regresión psíquica de nuestro pasado vacío, como Coraline, deberíamos hacer dos cosas: dejar de ver el mundo (aquí están los botones en los ojos) como lo ven las masas, por lo tanto, ir contra la corriente y, segundo, reconstruir una relación real con los padres, basada en la comprensión de sus límites, porque ellos, a su vez, quedaron atrapados por esta bruja cuando era niños. Por eso Coraline regresa a casa pero no encuentra a sus padres. Al perder temporalmente a sus verdaderos padres, tendrá que reconstruirlos mentalmente tal como son en realidad y, a través de la nostalgia, reconstruir su relación real con ellos. Tendrá que entablar relaciones con los vecinos, aceptando sus particularidades y contando así con su ayuda. Sólo así podrá derrotar a la bruja y cerrar definitivamente el túnel. Con el paso de los años, quienes maduren podrán comprender con misericordia las palabras de la madre y del padre, sus defectos, la maldad de las religiones, la avaricia de los políticos. Todo adquiere un ángulo diferente. Cuando entiendes el por que de las cosas, las cosas se libran y nada te hace mal. 

SIGUE LA MADRIGUERA DEL CONEJO BLANCO
La entrada al reino de la conciencia es un túnel, como el que le indicó a Alice el Conejo Blanco, como el que encontró Coraline para liberar a sus padres. Sí, incluso Pinocho libera a Geppetto del vientre de la Ballena que era come un túnel, incluso cada uno de nosotros, tarde o temprano, debemos liberar a nuestros padres de los errores que cometieron con nosotros, porque los llevamos por dentro en el túnel de la psique. Coraline comprende que, después de todo, sus padres no están tan distraídos y que los deseos pueden concederse en el momento y el lugar debido. La verdadera madre es capaz de comprenderla y tenerla presente, aceptando y respetando su individualidad. Los niños aprenden que son ellos quienes, a medida que crecen, deben darle a sus padres espacio y tiempo libre para rehacer sus vidas, ya que no pueden limitarse a reducirse a la esfera parental como quiere la Madre-Bruja o el entorno social. Esta conciencia da lugar al PERDÓN, que no se produce hasta que uno se identifica con el sufrimiento de los demás. El amor surge, Coraline se preocupa por ellos, se angustia por sus vidas, se compadece de sus verdaderos padres, se siente culpable y la fuerza de su afecto es evidente. Regresa al otro mundo y decide jugar un juego con la bruja: si logra encontrar a sus padres y los ojos fantasmales de los niños muertos, la madre araña tendrá que liberarlos. El simbolo es claro: cuando encuentras la razón del porque tus padres fueron victimas de sus infancias, la bruja (el trauma psiquico) los deja libres, es decir los perdonas. 

LA MANO NEGRA INVISIBLE DE LA CULPA
Coraline distrae a la bruja arrojándole el gato (aquí está la intuición, el poder de la meditación que funciona manteniendo el inconsciente a raya) y finalmente logra escapar pero intenta agarrar a Coraline, quien sin embargo cierra la puerta cortándole la mano ( es la mano de la culpa, arraigada en la conciencia humana de manera fatal). Esto sucede porque el fantasma de uno de los niños le revela algo importante a través de su ojo: ...Aunque ganes, ella nunca te dejará ir... la mano del monstruo está viva y sigue a Coraline para robar la llave de la puerta (el perdón) y traerla de regreso donde su patrona bruja (el odio, el que nos domina cuando no perdonamos). Coraline, con la ayuda de Wybie (amor), logra destruir la mano y arrojar sus pedazos, junto con la llave, a un pozo muy profundo; este pozo es el ojo de Dios, es resignación, paz del sentido existencial de la vida. En este pozo yace el agua de la dulzura, de la delicadeza, de la previsión. Esa misma noche Coraline conoce al gato de Wybie con quien hace las paces y le pide disculpas por arrojarlo en la cara de la bruja. Sí, en última instancia debemos hacer las paces con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, inconsistencias, errores, distracciones, limitaciones, entonces la sabiduría hacia los demás surge de la comprensión de nuestra propia estupidez.

LA MUERTE NO ES AUSENCIA SINO UNA PRESENCIA DIFERENTE
Coraline junto a sus padres cultivan un jardín, luego de la pérdida del yo llega el espacio para el otro, aquí Coraline se entera que sus padres estaban ausentes porque ella ya no tenía que ser una niña, sino que estaban presentes en otra forma adulta: la madre muestra que recuerda los deseos de Coraline y le regalará ese par de guantes multicolores deseados por Coraline al principio de la película y que parecían haber sido descartados descuidadamente por su madre. Los personajes del gran jardín decididos a plantar tulipanes, esta imagen contrastada con la imagen inicial en la que el jardín es gris y las plantas muertas, podría ser indicativo de una elaboración de la posición depresiva, en la que los padres internos (o psiquicos) han sido "recreados", reunidos, reparados y hechos productivos. Sólo cuando estás en paz contigo mismo puedes estar en paz con los demás: La película termina con Coraline y sus padres organizando una recepción en el jardín, a la que asisten todos los vecinos, incluida la abuela de Wybie, a quien Coraline le revelará lo que le pasó a su hermana gemela y que ahora su alma ha encontrado la paz.
Coraline es un libro y una película que en definitiva cuenta la historia de la curación psíquica que hace un alma respecto de los traumas infantiles y la reconciliación con la imagen materna y paterna.

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